Chapter 145
Capítulo 145
Simón, con el celular de su hermano mayor y algunas prendas recogidas, regresó a la casa de Óscar, donde Rafael tomó el móvil, revisando las llamadas y mensajes perdidos de los últimos días.
“Hermano, dónde piensas quedarte esta noche?”
Simón preguntó con cautela, mejor no provocar.
“Tengo un viaje de negocios esta noche, hay algunos problemas en el lado de David.”
Rafael, sin levantar la mirada del móvil, contestó.
¡Vaya! ¿Acaso tiene una boca de oro? ¡Dice que tiene un viaje y realmente lo tiene!
¿Cuándo te vas?” preguntó Óscar.
“Me voy en un rato, el avión sale esta noche.”
“Hermano, te llevo al aeropuerto y de paso yo también vuelvo.” Simón pensó que sería una buena oportunidad para indagar un poco.
Rafael no dijo nada, lo cual fue tomado como un sí.
“Tráeme una maquinilla de afeitar,” le dijo Rafael a Óscar, antes de dirigirse al baño con el celular en mano.
Diez minutos después, salió con la barba afeitada y se metió a su habitación para cambiarse.
Cuando reapareció, lucía mucho más despierto y atractivo, a pesar de estar un poco más delgado.
Luego, cogió la ropa que Simón había empacado para él y se preparó para ir al aeropuerto.
“Vamos, Simón, ¿no dijiste que me acompañarías al aeropuerto?”
“¡Oh, sí, sí! Vamos entonces, Óscar, nos vamos,” dijo Simón, siguiendo a Rafael fuera de la casa de Óscar.
“Ten cuidado en el camino,” dijo Óscar, aliviado de saber que su hermano se iba a resolver asuntos importantes, probablemente estaría
a salvo.
Habían pasado tres días desde que Rafael se fue de viaje. Sofía escuchó a Noelia enviarle mensajes y hacer videollamadas, aparentemente no estaba en el país.
No preguntó cuándo volvería, ya que acababa de finalizar el contrato de compra de una casa. Eso era un asunto resuelto.
En dos días más gestionarían la transferencia de propiedad y recibirían las llaves para mudarse. Exclusive © content by N(ô)ve/l/Drama.Org.
Leonardo y Noelia empezarían las clases en dos días, y Rafael ya había organizado con su asistente Ramón para que lidiara con los preparativos. El primer día era un día de puertas abiertas para los padres, quienes podrían acompañar a sus hijos a la escuela para una
visita.
Esa noche, Sofía escuchó a Noelia mandarle un mensaje a Rafael.
“Papá, mamá dice que en dos días empiezo en el kinder, y el primer día los papás pueden venir con nosotros. ¿Ya terminaste tu viaje de trabajo? ¿Cuándo vuelves? ¿Puedes acompañarnos a la escuela ese día?” Noelia envió un largo mensaje de voz seguido de varias
preguntas.
Un rato después, recibió la respuesta de Rafael.
“Noe, el día que empiecen las clases, estaré de vuelta para llevarlos a ti y a tu hermano a la escuela,” prometió Rafael en el mensaje. ¡Qué alegria, papá! Te estaremos esperamos, a mamá, mi hermano y yo,” respondió Noelia.
Escuchando la dulce voz de su hija, Rafael sonrió con ironía desde el otro lado, quizás tu madre no esté tan feliz de verme.
“Ya me voy a dormir, Noe. Mamá acaba de bañarse y va a contarnos una historia. Mañana seguimos hablando, buenas noches, papá.“
“Buenas noches, Noe.”
Sofía, con el cabello medio seco y vistiendo un pijama de algodón, salió del baño mientras Leonardo decidió bañarse solo. Noelia se apresuro a informar: “Mama, papá acaba de decir que volverá el día que empezamos la escuela y que nos acompañară, incluso irá al dia de puertas abiertas con nosotros.”