Capítulo 27
Capítulo 27
Briar no podia ni imaginarse cómo había sobrevivido Melody estos años. Viéndola recostarse en el hombro de Eric y llorar, algo extraño y doloroso se retorcia en su corazón.
Eric secó las lágrimas de su madre con una servilleta y le dijo, -Mami, ¿vamos a casa? No estés triste- Melody, temblando, abrazó a Eric. -Con tenerte a ti, todo está bien. Con tener a mi hijo, puedo seguir
adelante…-
Eric levantó la vista hacia su madre, y luego hacia la puerta donde estaba Briar, y suspiró, -Mamá, ya te dije antes, hoy vino papá a buscarme-
-Sé que no te gusta, pero él también es… mi papá-
Eric levantó la mirada, directamente a los ojos de su madre. El niño tenía unos ojos claros y hermosos, que parecían tener el poder de calmar a cualquiera.
Su voz era infantil, pero llevaba una firmeza innegable -Aunque no me guste, siento que tener a papá es algo seguro. Pero si tú no quieres volver con él, no me meteré. Tu elección es mi elección-
Las lágrimas de Melody brotaron de nuevo. Ella le dijo -Eric, mama ya no tiene miedo. ¿Volvemos a vivir con tu tío y hacemos como si nunca hubiéramos conocido a Briar, como si tú nunca hubieras tenido ese papá?-
Después de que Melody se durmiera, Eric salió de la habitación y miró a Briar, que estaba algo ansioso.
-¿Cómo está todo?-
Mejor… Ya no está tan alterada como antes-
Eric se quedó parado, con un rostro que se parecía mucho al de Briar. Cualquiera con buen ojo podía ver que eran padre e hijo.
A veces, el destino se burla de ti de esta manera. La mujer a la que Briar más odiaba le había dado un hijo… tan maduro y listo.
Pero, ¿era buena o mala esa madurez prematura?
-Oye, papi, tengo una condición si mi mamá mejora, le dijo Eric, poniéndose de puntillas.
-Quiero que nos des una reunión-
-¿Reunión?-
Briar frunció el ceño, -¿Quieres que los mande de vuelta a esa supuesta casa? ¿Qué, quieren seguir vagando?-
¡No le gustaba que su hijo anduviera errante!
La mirada de Eric se oscureció, -Papá, si yo no estuviera, ¿te importaría si mi mamá vive o muere?- Esa pregunta golpeó a Briar, dejándolo paralizado, sin poder responderle en el momento.
-Mira, ustedes no se aman, incluso viviendo juntos, serían infelices-
Eric respiro hondo y luego miró a Briar, Así que, está bien que viva con mi mamá. Puedes venir a vernos cuando quieras, eso lo hablaré con ella. Te prometo que no iremos a causar problemas en tu casa. Nosotros, mi mama y yo, estamos bien afuera-
Capitulo 27
Eso significaba que no quería volver a casa.
Briar miró la cara de Eric y de repente sintió un dolor profundo en el pecho.
Un niño de cinco años, ¿cómo podía tener pensamientos tan claros? Tenia una madurez increíble.
Pero Eric, su hijo, no lo iba a dejar ir. Su hijo no iba a sufrir afuera. ¡Un hijo de los Yelamos tenía que ser criado por la familia Yelamos!
Mientras Melody se recuperaba en el hospital, Briar llevaba a Eric todos los días después del jardin infantil para visitarla. Ella se recuperó rápidamente de su depresión, aunque cada vez que veía a Briar, se podía notar un odio claro en sus ojos.
Briar pensó: No importa, que me odje todo lo que quiera, mejor eso que perderse en la locura.
Cuando Melody fue dada de alta, Eric caminaba a su lado, de la mano. Ella era una mujer delgada y alta que parecía haber perdido más peso durante su enfermedad. Se movían por el bullicioso vestíbulo del hospital, luciendo extremadamente frágiles, como si en cualquier momento fueran a caerse.
Briar contuvo sus deseos de ayudarla, preguntándose qué tenía esa mujer para que él se preocupara tanto por ella una y otra vez. ¡Ella era la culpable de la muerte de Eda!
Mirando cómo Eric seguía a su mamá saltando felizmente, Briar, sin darse cuenta, los siguió hasta la puerta. Vio que alguien venía a recogerlos, abrió la puerta del carro y ahí estaba Igor, con esa p galán que siempre lo caracterizaba.
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Él tomó la mano de Eric con tanta familiaridad que parecían más una familia ellos dos que Briar.
Briar soltó un bufido, sin decir una palabra, y se volvió al coche con su guardaespaldas. Melody, al sentir que la mirada que la seguía se habia esfumado, soltó un suspiro.
Igor acababa de regresar de un viaje de trabajo y se notaba la preocupación en su voz. -¿Todo bien?-, le preguntó.
Melody le respondió, -No es nada….
Igor frunció el ceño ligeramente, -Melody, dime la verdad, ¿has estado dejando de tomar tus medicinas últimamente?-
Melody se cubrió el rostro con las manos, temblando ligeramente, -No estoy enferma… y si lo estuviera, ya me habría curado-
Eric, conmovido, intervino, -Mamá, por qué no sigues con el tratamiento un poco más, y ya estarás completamente bien-
Melody levantó la mirada, sus ojos estaban borrosos por sus lágrimas, y vio a Eric sonriéndole. Su rostro era tan parecido al de Briar.
Entre lágrimas, acarició el rostro de su hijo, -Está bien, mamá va a ser fuerte-
De
vuelta en casa, Eric y Melody se acurrucaron juntos viendo la televisión, mientras Igor, hurgando en los cajones de su habitación, encontró el frasco de pastillas. Al ver que aún quedaba casi lleno, supo que ella no había estado tomándolas en serio durante los últimos seis meses.