Capítulo 769
Capítulo 769
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Capitulo 769
Enrique y Ema estaban en casa en este momento.
Enrique estaba sentado en el sofá, revisando las noticias en su teléfono con una expresión no muy buena, por cierto. Aunque Alejandro y Jimena habian estado en medio de rumores sobre una posible relación, el habia contratado a un equipo de relaciones públicas de primera linea en el país para lidiar con esta penosa situación. Sin embargo, hasta el momento, los rumores en línea no habian cesado aún, Alejandro, como presidente de Hernández, había estado evitando aparecer en público, sin dar declaraciones o aclaraciones al respecto, lo que solo alimentaba más las especulaciones y tenía un gran impacto negativo y muy significativo en su imagen.
Ema, por otro lado, se encontraba sentada frente a su tocador, cuidando meticulosamente su largo cabello. Recordaba cómo, años atrás, cuando estaba tratando de ganarse a Enrique, habia ofrecido su cuerpo voluntariamente, y él, mientras exploraban su pasión, se había encariñado especialmente con su largo cabello.
-Enrique, ven aqui–Ema se dio la vuelta y le hizo un gesto con el dedo.
-¿Qué sucede? -Enrique no apartaba su mirada del teléfono, This belongs © NôvelDra/ma.Org.
-Ven, Enrique, acaricia mi cabello. He estado cuidándolo con gran esmero por ti.
La voz de Ema era pegajosa y coqueta, y sus ojos estaban llenos de seducción y lujuria. -Ven y toca, ¿
sigue siendo como antes?
-Ema.
Enrique hizo una pausa, tenía una pregunta que había estado guardando en su interior durante mucho tiempo, -¿La situación con Luz tiene algo que ver contigo? Sin embargo, no pudo sacarle ni una solo
palabra.
Cuando estuvo a punto de decir algo más, cambió de tema, La última vez, frente a mi padre y a mí,
Rodrigo le declaró su amor a Noa.
-¿Cuándo sucedió eso? – Ema se levantó de golpe, su expresión rebosaba alegria y emoción
incontrolable.
-Fue hace un tiempo, cuando Alejandro estaba hospitalizado. Rodrigo trajo a Noa para visitarlo, y en ese
momento lo dijo muy enamorado y alegre.
-¡Eso es genial!
Ema aplaudió emocionada, -Tu padre siempre ha tenido una buena relación con Rodrigo; ambos se
Seguramente tu padre estará de acuerdo con este gran matrimonio.
-Anteriormente, estuviste tratando de unir a Leona y Rodrigo, y no te importaba la relación de Noa. ¿Por qué ahora estás tan a favor de esta relación? – Enrique preguntó con indiferencia.
Ema movió sus ojos ligeramente, -Enrique, no hables como si no quisiera a Noa. Noa también es mi hija, ya que nació de mí. ¿Cómo podría no quererla? Simplemente, la personalidad de Leona y Rodrigo no es compatible, y esto hace que no estén destinados el uno al otro. Si Rodrigo tiene interés en Noa, estaré encantada de promover este excelente matrimonio. Como madre, ¿cómo podría no querer que mi hija se
case?
-A pesar de que Noa y Rodrigo están juntos, aún no lo han hecho público.
Enrique frunció el ceño. -Cuando se haga público su romance, no terminará tan bien.
-Enrique, ¿qué quieres decir con eso? ¿No quieres que Noa se case con la familia Rodriguez? – Ema
preguntó muy ansiosamente.
-La última vez que Isabella vino para hablar de matrimonio, no obtuvo ninguna respuesta. Ni siquiera vio a Alejandro en persona. ¿No notaste su expresión cuando se fue? Estaba llena de rencor y enojo. Ella solo tiene un hijo, Rodrigo, y con este escándalo, ¿cómo podría aceptar este matrimonio? – Enrique apretó su ceño muy preocupado, lleno de gran agitación.
Ema se quedó perpleja por un momento. Recordó la cara de Isabella, roja de vergüenza y furia, cuando se fue. Ahora, su camino hacia un matrimonio de alta sociedad estaba bloqueado por completo.
Finalmente, con Rodrigo dispuesto a casarse con Noa, aunque estuviera confundido, Ema sabía que
tenía que hacer todo lo posible para casar a Noa.
Entonces, Ema suspiró con preocupación y se acercó sigilosamente por detrás de Enrique, masajeándole muy sutilmente sus hombros y hablando con voz suave y melodiosa. -Enrique, he notado que has estado de mal humor estos días, ¿te preocupa esto? Hay una solución que beneficia a todos y resuelve
todos los problemas.
Enrique preguntó: -¿Cuál es la solución?
-Haz que Alejandro se case con Jimena, de esa manera todos estarán contentos. Aceptamos a Jimena, y Isabella podría aceptar a nuestra hija Noa.
Ema hablaba cada vez con más entusiasmo, y en sus ojos se vela un deseo frío y calculador.
-Alejandro tiene sus propios sentimientos, ¿no puedes verlo? Solo tiene ojos para Clara y no hay espacio
para otra mujer en su corazon–Enrique frunció aún más el ceño, mostrando su frustración.
-Aunque Alejandro quiera a Clara, eso solo funcionaria si Clara también lo quiere–respondió Ema.