Capítulo 759
Capítulo 759
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Capítulo759
La mujer frente a él, riendo de forma desvergonzada y maliciosa, desafiaba constantemente los límites
de Rodrigo con sus palabras y acciones.
Es dificil imaginar que esta mujer, su propia hermana, se hubiera transformado en un demonio fuera de
control.
-Te lo pregunto de nuevo, ¿quién está detrás de todo esto?-le gritó Rodrigo con una intensidad
cercana a la histeria.
-Nadie me dio órdenes. Puedes preguntarme mil veces, y mi respuesta será la misma–respondió
Jimena mientras se levantaba con elegancia, alisando las arrugas de su vestido de alta costura. Luego, coquetamente, se pasó los dedos por su larga melena ondeada de color castaño, siendo cinica en su
expresión.
-Hermano Rodrigo, pronto me casaré con tu mejor amigo y me convertiré en la esposa del gerente del grupo Hernández. Tú conoces a Alejandro mejor que nadie. A pesar de que dijiste que me presentarías a otros hombres, desde que era niña, siempre he admirado a Alejandro. No me casaría con nadie más en esta vida, nadie se compara a él. ¿No deberías alegrarte por mi? ¿No soy la niña que más adorabas? ¿0 todo tu cariño por mi fue falso? ¿Dimelo?
-Jimena, ¿qué estás diciendo? – Cada una de sus palabras le atravesaba el corazón, como si le This belongs © NôvelDra/ma.Org.
estuviera arrojando aceite caliente sobre una herida abierta.
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-Mi hermano mayor, hace mucho que ya no me adora. Tienes a alguien más en tu vida, alguien que ha
ocupado mi lugar; ¿entonces que soy para ti? Probablemente, menos importante que Clara–continuó
Jimena, riendo descontroladamente, incluso lágrimas brotaron de sus ojos.
-Permiteme ser clara: Alejandro nunca se casará contigo, deja de soñar despierta, ahora.
Rodrigo estaba tan furioso que pensó que sus dientes iban a romperse. -Además, Noa nunca ha sido tu
enemiga. Es mi mujer.
-¿Mi futura cuñada? ¿Y tú te casarás con una persona discapacitada mental? – Jimena se rio con
desdén. -Aunque lo aceptara, mi madre y mi abuelo nunca permitirían que Noa entrara en la familia
Rodriguez. Hermano Rodrigo, por más que la ames, siempre será una mujer a la que mantendrás en
secreto, oculta de la vista, sin estatus y sin reconocimiento alguno. ¿Crees que la familia Hernández
permitirá que su hija se convierta en su amante? Enrique nunca casaria a su hija con alguien como tú. Tal
vez sería mejor si te casaras con Leona.
El corazón de Rodrigo, lleno de emociones turbulentas, latia con fuerza y su respiración se volvía más pesada. -Mi matrimonio, mi amor, son asuntos que decidiré por mi mismo. No necesito que tú ni nadie
-Te devuelvo las mismas palabras. Mi matrimonio no requiere tu preocupación–dijo Jimena, sin ganas de discutir más. Se frotó el brazo morado y se dirigió hacia la puerta.
-¡Jimena! esta noche, te ordeno que regreses a Yemen. No tienes permitido regresar a México sin mi
autorización–dijo Rodrigo con gran ira y una fuerte desilusión en su mirada, volviendo lentamente su
rostro. -Si no te vas por tu propia voluntad, haré que te regreses.
-Rodrigo, ¿realmente crees que, en este punto, puedes controlarme? Jimena se apoyó en el marco de la
puerta, alzando con arrogancia la barbilla. -Mi abuelo ha dicho que debo quedarme a tu lado hasta que
me case. ¿Quieres manipularme antes de que me case con Alejandro? ¿Quieres que me vaya? No lo
consideres. Porque no lo haré.
-Jimena pero que dices.
Rodrigo respiro profundamente, su rostro apuesto enrojecido por la ira. -A partir de hoy, si cruzas esa puerta, dejaré por completo de ser tu hermano mayor.
Jimena mantuvo una mirada inexpresiva, tan fria como si fuera una desconocida.
-Si incluso mi hermano mayor no puede estar de mi lado, si no puede preocuparse por mi, entonces no
quiero un hermano como tú.
La noticia de la relación entre Alejandro y Jimena en el hotel se habia vuelto ampliamente conocida,
convirtiéndose en un escándalo mucho más atractivo que los chismes de las celebridades. Después de
todo, había muchos envidiosos. Clara no tenia animos para preocuparse por todo esto, porque tenia
asuntos mucho más importantes que atender.