Mi esposo es mi amante secreto?

Chapter 14



Chapter 14

Capitulo 14 Me investigaste

Cristina mird la tarjeta negra que tenia en la mano. «Puesto que no quiero tener nada que ver con Natan, ,cdmo puedo coger su tarjeta?» Apretd los dientes y le devolvid la tarjeta. —No quiero tu dinero. Puedes devolverlo. Se sintid ligeramente reticente cuando le devolvid la tarjeta. Natan la mird. «Quiere aceptar la tarjeta, pero al mismo tiempo no quiere. Es realmente un pocoProperty © of NôvelDrama.Org.

avara». Dio unas zancadas con sus largas piernas, acortando la distancia que los separaba. No tom6 la carta, sino que rodeo su cintura con los brazos, estrechandola fuertemente en su abrazo.

Su pecho musculoso se apretd contra ella. Un fuerte aroma masculino la envolvié al instante. Podia sentir el calor del aliento del hombre en el borde de su oreja. Su corazén empez6 a acelerarse de forma incontrolable. Natan ya habia pedido a Sebastian que recopilara informacion sobre Cristina, que incluia sus actividades sociales y sus relaciones personales. En ese momento, era como una deliciosa comida atrapada en manos de una bestia. Sintid panico al sentir la mirada de Natan. —;Qué estas haciendo? Un destello inexplicable brillé en los ojos de Natan.

La comisura de sus labios se curv6 ligeramente en una sonrisa socarrona. —,Lo has pensado bien? Si me dejas, gcémo vas a explicarselo a los Suarez? Inmediatamente, Cristina se puso alerta. Su corazon latia tan irregularmente que sus mejillas enrojecieron. —jTU! «;Como sabe lo de mi relacién con los Suarez? ,No ha estado desinteresado por mi durante los ultimos tres afios?» Natan rozo ligeramente su rostro con los dedos. Tenia una tez clara y suave. Le acomod6 los cabellos sueltos detras de la oreja antes de apoyarselos en el cuello. —

Solo estoy preocupado por ti. Si vuelves, pueden ponerte las cosas dificiles a tio a tu madre... Cristina comprendié sus intenciones aunque no las manifestara explicitamente. Sin Natan como escudo contra los Suarez, sdlo conseguiria que la hirieran profundamente. Sin embargo, Cristina se preguntaba cémo Natan sabia tanto sobre sus asuntos familiares. Al segundo siguiente se dio cuenta y se puso livida. —jMe has investigado! «|Bastardo! ¢Y qué si es rico? Eso no significa que pueda entrometerse en mis asuntos personales». Natan esbozo una media sonrisa, dirigiéndole una mirada misteriosa. Para Cristina, su expresi6n no era mas que una burla. Le fulminé con la mirada. —Con tantas mujeres que hay, gpor qué me elegiste como esposa? ¢No puedes elegir a otra? «Hay innumerables mujeres dispuestas a lanzarse sobre él. gPor qué no puede dejarme marchar?» Natan parecia decidido al responder: —No, no puedo. Ella habia dicho tanto, pero él sdlo necesito tres palabras para callarla por completo. No habia lugar para el debate. Cristina se sintid derrotada y permanecié en silencio. Natan se sintié satisfecho al ver que la mujer que tenia entre sus brazos se callaba. Significaba que se habia dado cuenta de que el divorcio solo le traeria mas perjuicios que beneficios. Observ6 su expresién mohina y no pudo enfadarse con ella. Le dio unas palmaditas en la cabeza y la consolé torpemente: —Portate bien ahora. Te ayudaré a encontrar pruebas y a buscar justicia. Con su poder y riqueza, podia investigar un asunto mucho mas rapido que Cristina. Cristina le aparté la mano de un manotazo. — iNo, gracias!


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