Cómo la muerte se convirtió en mi renacimiento

Capítulo 8

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10:55

La última clase de la sesión de la mañana fue de matemáticas, impartida por el profesor titular.

Había estado escuchando los elogios de Patricio hacia Catalina en su oficina.

Cuando transfirieron a Catalina a su clase, él se mostró reacio a aceptarla porque podría reducir el promedio de calificaciones y afectar la tasa de inscripción.

Por lo tanto, estaba tratando de encontrar una excusa para ponerla en otra clase.

Pare just

Pero justo ahora, Patricio dijo que Catalina había cambiado repentinamente.

‘Tendré que poner a prueba a Catalina en clase más tarde, él pensó.

Sin embargo, cuando entró al salón de clases vio que Catalina estaba profundamente dormida.

Hoy, los demás docentes reportaron que Catalina dormía durante sus clases, afectando su eficiencia docente.

“Nunca esperé que esto fuera cierto“, pensó el maestro..

“¡Ejem! Es hora de clase“. El profesor de matemáticas, Camilo Villenas, habló en voz alta.

Todos los alumnos se levantaron para saludar a la maestra, pero Catalina todavía estaba dormida.

A Catalina también le pareció muy extraño. En el pasado rara vez sentía somnolencia, pero desde que salió de la residencia del Prado siempre sintió ganas de dormir.

“¿Por qué está durmiendo esa chica?“, preguntó Camilo.

El compañero de escritorio de Catalina le dio unas palmaditas para despertarla.

Catalina abrió los ojos aturdida y vio a toda la clase de pie. Ella no sabía por qué, pero hizo lo mismo.

Sólo entonces Camilo miró hacia otro lado e hizo una señal para que toda la clase tomara asiento.

“Algunos de ustedes pueden suponer que su desempeño en las clases de ciertos profesores garantiza el éxito en el SAT. Pero ingresar a la universidad requiere trabajo duro, paso a paso“.

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Capítulo 8

Camilo estaba claramente insinuando a Catalina.

Sin embargo, a Catalina no le importó en absoluto lo que dijera.

En clase, Camilo también le hizo a Catalina una pregunta de geometría que no estaba incluida en su programa de estudios.

No creía que Catalina fuera capaz de encontrar la solución.

Sin embargo, la realidad fue una sorpresa para Camilo.

Catalina resolvió la duda de una forma muy sencilla.

De hecho, su solución fue incluso más sencilla que la de Camilo.

Me atrevo a decir que Catalina no tiene el bajo rendimiento académico que pensaba. ¿Pero por qué oculta sus talentos? se preguntó Camilo.

Después de que sonó el timbre, Camilo cerró su libro.

“Por cierto, el último examen simulado se llevará a cabo a finales de este mes. Buena suerte a todos“.

La clase ya había terminado.

Hugo le entregó el almuerzo a Catalina a tiempo.

Como los estudiantes de grado 12 estaban ocupados con sus estudios, no iban a casa a almorzar. En cambio,” llevaban su propia comida u ordenaban comida por delivery.

Hugo había preparado la comida en casa antes de llevársela a Catalina.

Las sienes de Catalina latían al mirar las loncheras de cinco capas.

‘Esto es demasiado…” ella pensó.

“Hugo, la próxima vez no me traigas tanta comida“. No había manera de que pudiera terminarlo todo.

“La Jefa, necesitas comer bien. Los estudios de grado 12 son difíciles. Como insistes en quedarte aquí, al menos puedo asegurarme de que tengas una dieta equilibrada“.

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Capítulo 8

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10:56

Hugo lamentó que Catalina se hubiera ido de la residencia del Prado, pero también sabía que la familia Prado no merecía una hija tan buena como ella.

‘Es bueno que Catalina haya dejado a la familia Prado. Ella no les importa, pero hay otras personas a las que sí

les importa‘, reflexionó Hugo.

“Hugo, no me llames la Jefa. Sólo llámame por mi nombre“.

Que la llamaran “la Jefa” la hacía sentir mucho mayor.

Además, en su vida anterior, los había abandonado por el llamado amor familiar. Ella era quien debía sentir lástima por estas personas que habían estado con ella durante tantos años.

Afortunadamente, ella podría compensarlos en esta vida.

“Bueno, entonces te llamaré Sra. Prado“. Hugo estaba contento.

“Está mejorando cada vez más“, él pensó.

“Por cierto, señora Prado, la familia Zúñiga le ha dado la orden a la red oscura para que invite a Dana Quintana,

el médico milagroso, a salir de la reclusión y salvar a alguien“. Hugo aprovechó para preguntar si Catalina quería volver a su profesión anterior.

“¿La familia Zúñiga?“, preguntó Catalina.

Sólo había una familia Zúñiga en Damasco, y esa era la familia de Alejandro.

Catalina se preguntó si Alejandro fue quien hizo el pedido.

En su vida anterior, fue testigo de cómo él la vengó, por lo que no pudo evitar sentirse agradecida.

“Si“, dijo Hugo y pensó: “Es en la familia Zúñiga en quien estás pensando“.

“Enviame la información. Primero echaré un vistazo“.

Catalina no aceptó el pedido de inmediato. Sería vergonzoso si se equivocara.

“Entendido“, respondió Hugo.

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Capítulo 8

Catalina llevó la lonchera de regreso a la escuela.

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Abrió la lonchera capa por capa, revelando pollo a la naranja, bacalao, ternera estofada, brócoli al vapor y caldo

de huesos.

Todos estos eran platos caseros. Puede que no fueran los favoritos de Catalina, pero tampoco le desagradaban.

Además, habían pasado meses desde la última vez que disfrutó de la cocina de Hugo y la extrañaba.

De un vistazo, se dio cuenta de que obviamente esto fue preparado por Hugo porque la mayoría de la gente no podia preparar brócoli al vapor como él lo hacía.

En su asiento, Catalina saboreó la deliciosa comida. Cuando Yulissa y los demás regresaron, ella había terminado de comery guardó la lonchera.

Esta tarde, Yulissa no causó ningún problema frente a Catalina.

Desde que Catalina mencionó que Samuel era el novio de Yulissa, Yulissa no se atrevió a hablar más.

Yulissa temía que cada palabra que dijera condujera a un malentendido mayor.

‘Humph, Catalina, ¡solo espera! Esta noche me quejaré con nuestros padres y hermanos. ¡A ver si te perdonan!” Yulissa exclamó para sus adentros.

Por la noche, después de la escuela, Hugo ya estaba esperando en la entrada.

Catalina lo saludo.

“Hugo, vámonos“.

“Catalina, ¿quién es el hombre que está a tu lado?” La voz de Yulissa llegó desde atrás.

Sin embargo, Catalina no tenía intención de hacerle caso.

Yulissa apretó los dientes y caminó rápidamente hacia Catalina.

“Catalina, incluso si tienes problemas con nuestra familia, no puedes simplemente asociarte con nadie… Este hombre parece sospechoso a primera vista. ¿Cómo puedes caminar con él, Catalina? No me digas que has estado en su casa desde que te escapaste de casa hace unos días?”

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Capítulo 8

Yulissa continuó: “Catalina, somos familia. Papá, mamá, nuestros hermanos y yo nunca te haríamos daño. Si crees que estoy en tu camino, regresaré, empacaré mis cosas y me mudaré ahora“. “Sólo quiero que vuelvas a casa, ¿vale? Papá y mamá te están esperando en casa“.

Yulissa rompió a llorar, lo que conmovió a los estudiantes y padres que observaban afuera de la escuela.

“Catalina, ¿estás acosando a Yulissa otra vez? ¡Discúlpate con ella de inmediato!” Fue Raymundo quien habló

esta vez.

Regañó a Catalina incluso antes de acercarse a ellos.

Catalina se quedó sin palabras.

“Si no puede ver las cosas con claridad, entonces debería donar sus ojos a personas necesitadas“, ellapensó.

“Estoy hablando contigo. ¿No sabes cómo disculparte?” Exigió Raymundo en tono autoritario.

‘Me aseguraré de que Catalina se disculpe con Yulissa hoy. Desde su regreso a la familia Prado, ha estado apuntando implacablemente a Yulissa. ¡Nunca espere que este comportamiento continuara también en la

escuela!

“¡Si no me los hubiera encontrado hoy, Yulissa habría sufrido mucho!‘, pensó Raymundo enojado.

“Disculpe señor Raymundo Prado, ¿qué hice para enojarlo tanto?” Catalina puso los ojos en blanco con disgusto.

“Intimidaste a Yulissa. ¿Necesito recordarte lo que has hecho mal?” Raymundo inconscientemente asumió que Catalina estaba acosando a Yulissa nuevamente.

Como hermano mayor, no podía soportar que su hermana fuera intimidada.

“Señor Raymundo Prado, ¿le pegué o insulté a la señora Yulissa Prado?l ¿Vio algo de eso que pasó?” Catalina parecía fría y seria.

destruí su tarea o le tiré del cabello?

“Tú… has aprendido a responder. ¡Vuelve a casa y reflexiona sobre tus acciones!” Raymundo extendió la mano para agarrar la mano de Catalina, pero no esperaba que ella esquivara ágilmente su intento.

“¿Tienes amnesia selectiva? Ya te dejé claro que no tengo nada que ver con la familia Prado. ¿Por qué sigues acercándote a mi?”

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Capitulo 8

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“Catalina, ¿es por este hombre que cortaste los lazos con la familia Prado? Catalina, no puedes hacer esto. El tiene la edad de nuestro padre. ¿Cómo pudiste abandonar a nuestra familia por él?“, Yulissa dijo con expresión

de dolor.

Yulissa era muy buena actuando.

Si Catalina no hubiera estado personalmente involucrada, es posible que hubiera creído las palabras de Yulissa.

Hugo se quedó estupefacto.

No sabía si Yulissa estaba insultando a Catalina o tratando de halagarlo.