Capítulo 266
Capítulo 266
Mis ojos se iban enrojeciendo, nerviosa y cautelosa abri la boca. “¿Ya no te gusta? ¿Cambiaste de opinión?”
Renán abrió la boca, al final se lo comió. “Dámelo entonces.”
Con el corazón contento, le pasé la crema de mango con tapioca.
Él miró la copa con indiferencia, bufo y se fue.
La empleada habló en voz baja, “Señorita, el joven amo es alérgico al mango.”
Sorprendida dije, “Imposible, si su postre favorito es la crema de mango con tapioca…”
La empleada parecía querer decir algo más. “Señorita, el joven amo dijo… que vayas sola al colegio, que no eres una Hierro de verdad, que no busques tratos especiales, el chofer… fue a buscar a la señorita Blanco.”
Me quedé parada un momento, sintiendo una tristeza profunda.
Si había dicho que me amaba, ¿por qué esos sentimientos de juventud cambiaron al encontrar a su supuesto amor verdadero?
Con la mochila al hombro, sali de la casa por mi cuenta.
“¿Le dijiste?” No había caminado mucho cuando escuché la conversación entre Renán y la empleada. “Joven amo, esto le romperá el corazón a la señorita Nayra,” suspiró la empleada.
Renán preguntó con urgencia, “¿Ella se puso triste cuando dije que el chofer recogiera a Yuria?”
“La señorita parecía muy dolida.”
Renán resopló. “Pura actuación, quiero ver hasta cuándo puede seguir con su teatro, desde pequeña era más venenosa que una serpiente, ahora actúa ser inofensiva.”
Luego escuché la exclamación sorprendida de la empleada, “¡Joven amo! ¿Por qué tienes ronchas rojas en la cara? ¿Comiste mango? Dios… toma rápido la medicina para la alergia.”
Me tomó cuarenta minutos caminar desde la villa de la familia Hierro hasta la escuela secundaria.
“Oye, linda, ¿andas sola hoy? ¿Tienes algo de dinero para gastar? Los hermanos no tienen para el internet.”
En el camino cerca del colegio, siempre había jóvenes problemáticos molestando a los estudiantes.
Miré a esos tipos, retrocediendo mientras temblaba por todo el cuerpo.
Siempre pensé que temblaba de miedo…
Ahora me doy cuenta de que debía estar reprimiendo mi emoción.
Reprimiendo las ganas de luchar.
“No tengo dinero…”
Cantulo 268
Mis ojos se enrojecieron, y at intentar huir, uno de los matones me bloqueo el paso y me dio una palmada en el trasero. “Bastante bonita la chica.”
“¿Te gusta? ¿Por qué no la haces tu novia?” Los otros matones se burlaban.
Retrocedi asustada mientras ellos me quitaban la mochila.
“Este collar debe valer algo, ¿no?” Me robaron el dinero de la mochila y también el collar de mi cuello. This is property © of NôvelDrama.Org.
Lloré, pidiéndoles que me lo devolvieran. “Eso me lo dejó mi mamá,”
Se burlaban, alzaron el brazo para reirse de mi y, después de un rato, se fueron en sus motocicletas,
Llorando, me agache a recoger mis libros del suelo.
Un chico con una sudadera grande y capucha se me acercó, no dijo nada, solo se inclino para ayudarme a recogerlos.
Mi vista cayó sobre el dorso de su mano, lleno de cicatrices y me asuste tanto que me quedé sentada en el suelo.
Él muy asustado, escondió sus manos detrás de su espalda, abrió la boca con una voz ronca, desagradable, y sin decir nada, se levantó y se fue corriendo.
Miré su espalda con miedo y recogi mi mochila para escapar rápidamente.
En aquel momento, no recordaba que él era Kent…
Lo habia olvidado por completo.
Solo recuerdo que ese día, cuando sali de clases, él estaba esperando con guantes en la puerta.
Se cubría completamente, sus ojos temblaban al mirarme. Había recuperado las cosas que me Tobaron y me las devolvio.
Miré temerosa, sin atreverme a aceptarlas.
Sin decir palabra, me las dio y se fue corriendo.
Ni siquiera sabia quién era, pensé que solo era un transeunte sin importancia en mi vida.
ncluso… pasé por alto la sangre en la comisura de su boca.